En ‘IF’, John Krasinski cambia el terror inclemente por la fantasía sentimental
Cuando se estrenó “A Quiet Place” (2018), una película de terror sobre una familia que tenía que sobrevivir ante el asedio constante de monstruos nocturnos en un futuro apocalíptico, todo el mundo quedó sorprendido. Y no solo por la eficacia de una producción absolutamente atemorizante cuyo nivel de inclemencia se salía de lo que se ofrece normalmente en Hollywood, sino también porque todo eso había brotado de la mente de una persona que no parecía inclinarse hacia tendencias semejantes. Además de tenerlo en el reparto, el filme había sido dirigido, escrito y producido por John Krasinski, el carismático y afable actor que, a lo largo de ocho años, se puso en la piel de Jim Halpert, uno de los personajes más populares (y relajados) de la serie cómica “The Office” en su versión estadounidense. Aunque muchos lo ignoraban, ya para entonces, Krasinski había dirigido y escrito otras dos películas, claro; pero estas -”Brief Interviews with Hideous Men” (2009) y “The Hollars” (2016)- eran comedias dramáticas que pasaron casi desapercibidas y que no llevaban ni por asomo a adivinar lo que sucedería luego con su carrera